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domingo, 14 de julio de 2013

Honduras y Guatemala



Estuve en Honduras en 2007. De mi viaje guardo un recuerdo agridulce ya que tuve un intento de secuestro en Tegucigalpa. De S Pedro de Sula tampoco no os puedo contar mucho, no salí de mi hotel en los 3 días que estuve allí: piscina, piña colada, piscina, cerveza. . Lo sí que os contaré son las maravillas de Roatán y mi convivencia con el pueblo garífuna, los pueblos coloniales y las ruinas mayas de Copán ruinas


Los Garífunas



Un poco de historia, para presentarlos:
En 1635, dos barcos españoles que transportaban esclavos africanos para trabajar en las grandes plantaciones de caña de azúcar de las Indias Occidentales naufragaron cerca de la isla de San Vicente. En esas islas habitaban los Caribes, una raza de complexión baja, fuerte y de tez cetrina, originarios de la región del Orinoco, y que tras diversas tribulaciones, acabaron asentándose en las actuales Antillas.
Por el contrario, estos esclavos provenían de la actual Nigeria, y eran altos, musculosos y de piel negra. Los caribes reciben de forma amistosa a sus nuevos inquilinos, hasta tal punto que comienzan a surgir matrimonios entre ambas razas. Al fruto de estas uniones comienzan a denominarlos Garinagu posteriormente derivado a Garífuna o Caribes Negros, ya que los descendientes de estas uniones mantienen la estatura y corpulencia de los ancestros africanos.  
Esta comunidad garífuna entabló relaciones amistosas con los franceses hasta el año 1796, fecha en que los británicos invaden la isla de San Vicente y acusan a los garífunas de colaborar con el enemigo de su graciosa majestad, deportando a toda la comunidad, compuesta por unos 5000 miembros, a la isla de Roatán, en la costa hondureña. A este terrible viaje consiguieron sobrevivir poco más de 2400 individuos. Pero Roatán es una isla pequeña y no cumple las condiciones necesarias para proporcionar el sustento de toda la comunidad, así que tras diversas negociaciones, consiguen que las autoridades españolas de Honduras les concedan asilo en tierra firme, comenzando su expansión por la costa caribeña de Honduras, Guatemala y Belice.
Hoy en día, la comunidad garifunas cuenta con unas 600.000 personas repartidas en 43 asentamientos en el Caribe y cuenta con una lengua propia, una música y una danza peculiar denominada punta. De carácter afable y pacífico, la mayoría de estas comunidades no cuentan con policía ni representante político, ya que consideran que los asuntos se pueden resolver a través del diálogo. Practican la poligamia y en los pueblos abundan los abuelos y los nietos, ya que la población de edad media ha tenido que emigrar para poder enviar remesas.

Pasé una semana en un asentamiento garífuna, de la mano de una ONG que promueve el acercamiento de la música clásica a zonas del planeta que no saben quién es Mozart o no han visto un violín en su vida. A unos kilómetros de La Ceiba, en la población garífunas de el Triunfo de la Cruz. Son muchas las maravillas que se pueden descubrir en este pueblo. Que se puede hacer allí: playa desiertas, mar, degustar un delicioso pescado en el restaurante local, visita a la selva, paseos en una barca, visitar los paradisíacos Cayos Cochinos. Las casas no tenían puerta (ni el baño tenía puerta jajajajaja) por lo os podeis imaginar la tranquilidad y seguridad de este sito.
Allí viví la peor tormenta eléctrica de mi vida, nos cayó un rayo a 100 m y os puedo asegurar que pasé mucho miedo. Pensé irme a dormir al autobús, no os digo más






Si de las 15 islas que componen los cayos os dejáis caer por la isla de Cayo Mayor, os recomiendo que allí preguntéis por Francisco Velasquez el amable profesor de la Comunidad, quien bien a gusto os comentará todo lo relacionado con la comunidad de East End y la de la vecina Chachauate, a la que también imparte clase, y así podréis conocer más a fondo los entresijos de esta gente. Y si queréis colaborar a su desarrollo, que bien les vendrá, entonces os recomiendo que os quedéis a dormir una noche en alguno de los básicos hoteles que la Comunidad ha levantado, y tras pegarte un chapuzón en esas playa idílicas, os metáis entre pecho y espalda una buena langosta, que además de chuparos los dedos, y ayudar a que Don Francisco consiga libros de texto para sus alumnos, seguro que haces como yo, y vuelves recomendando este rinconcito garífuna de Honduras. La única que no te agradecerá que vayas recomendando este rincón hondureño será la langosta, pero es que ya se sabe… nunca llueve a gusto de todos












Roatán



Es un paraíso. He tenido la suerte de visitar muchas playas paradisiacas en mi vida, y esta isla del Caribe la tengo como nº 1. No tiene apenas turistas, pero cuenta con suficiente
oferta hotelera y de restauración, resort de lujo pero familiares, y sobre todo ofrece un espectáculo inimaginable en su barrera de coral, que degustar simplemente haciendo snorkel.

Roatán está la segunda barrera de coral más grande del mundo y además, en la mayoría de la superficie de la isla prevalece la selva virgen, dándole al entorno la magia única de un ecosistema exuberante y casi intocado. Por algo, su nombre significa “reino celestial”.
Cristóbal Colón hizo visible a la isla para el mundo europeo en su cuarto y último viaje en 1502. Para bien o mal, la vida de los nativos se vio trastocada. Hasta el famoso y temido Henry Morgan eligió a Roatán para vivir.

Fue así que a su magnífica naturaleza, que la vuelve de por sí idílica, se le ha sumado la historia de piratas que eligieron a Roatán como punto clave de su actividad. Inclusive por el año 1683, su ubicación (en pleno Caribe y a 50 kilómetros de la costa hondureña) la volvió privilegiada para la cita de más de 5000 corsarios que se dividieron allí las riquezas de un barco español.
Es por ello que el viajero encontrará en este paraíso perdido de Honduras, muchas referencias a este pasado en nombres de bares, hoteles y hasta campos de golf. También la capital de la isla, Coxen Hole, lleva nombre bucanero, en honor al pirata John Coxen. La leyenda cuenta que el tesoro inmenso que logró aún permanece oculto en alguna caverna.
Otro hecho histórico que ha marcado la personalidad de esta isla fue cuando, a finales del siglo XVIII, los garífunas o caribes negros llegaron a estas tierras expulsados por los británicos de la cercana San Vicente.
Los garífunas se asentaron en Roatán y hoy, lugares como Punta Gorda, en la costa oriental, son barrios donde se respira su cultura y se narra su historia. Acercarse aquí es una buena manera que tiene el viajero para entender más de cómo es la vida en este paraíso natural. De hecho la cultura garífuna ha sido declarada Obra maestra de patrimonio oral e inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Si visitas Punta Gorda, no dejes de compartir algunas de sus tradiciones, como preparar cerveza de yuca o una tortilla de maíz o realizar una limpia de malos espíritus. También puedes presenciar y ser parte –si te animas- del baile de la punta en vivo. Se trata de una danza de la fertilidad que se vive tan profundamente por sus intérpretes que hasta puede acabar en trance.
Todo en Roatán es digno de vivirse. Pues lo mejor que tiene esta isla, es que no es sólo sus playas de ensueño, sino que su pasado la vuelve toda una aventura cultural, que hay que estar dispuestos a conocer.

Llegar allí desde S Pedro de Sula es también una aventura, hay una aerolínea (una especie de Air Nostrum) con aviones soviéticos que empezaron a volar en año que nació la perrita Laika, muy destartalados. Cuando el piloto (que estaba en la misma cabina que los pasajeros, unos 10) me vio buscando y rebuscando mi chaleco salvavidas (que no tenía) me dijo: no se preocupe señorita, llevo volando muchos años y nunca ha pasado nada. Cuando le dije que era ingeniera aeronáutica y que era inevitable para mí inspeccionar el avión en busca de fallos visibles me contestó. El vuelo dura poco, en cuanto pestañee ya habremos llegado.
A Roatán llegan vuelos directos desde Houston (hay mucho hondureño allí, sobre todo de la zona), Milán y no me acuerdo de dónde más.


Copán Ruinas



El pueblo es muy chulo, pequeño y con mucho encanto, de casas bajas, de techo de tejas y muchas de adobe, con sus frente muy colorido, interiores con muchas plantas, con sus calles empedradas, con una preciosa plaza con esculturas y a sus lados la iglesia, el ayuntamiento y el banco. Recibe turistas pero pocos, lo ideal, con suficiente infraestructura pero no “agobio de flashes”. Nos quedamos en un hotel que no estaba mal, pero no pude ni pasar al baño (iba a la cafetería de turistas de enfrente) y por la noche se nos metieron muchos bichos en la habitación, sobre todo quecos. Son inofensivos, venerados allí, pero hacen un sonido muy molesto. Por eso, alguno falleció por zapatillazo de mi amigo Jaime, que dice no estar a tonterías. Pobre queco.
Locales con sombrero de cowboy y pistola, niños curiosos que ríen y me revolotean, gente que mira desconfiada, otros que preguntan de dónde venimos. Nos pasa a todos los turistas en los destino con niños que piden dinero, pero en mi caso, no sé si será porque soy rubia y les llamo la atención, o porque tengo un imán para los peques, también me pasa en otros países, pobres pero más orgullosos, donde los niños no piden dinero.
Con el telón de fondo una selva de un intenso verde.

El
Parque Arqueológico de Copán que tiene una gran fama y se le conoce como “ la Atenas del nuevo mundo”. Está cerca y se va caminando desde el pueblo.

Este es mi primer contacto con el mundo maya y este lugar dejo de crecer hacia el año 814 y fue abandonado hacía el 900. Al llegar a la
gran plaza a través de un sendero rodeado de enormes árboles, me encuentro con estelas, altares y plazas. Las estelas son monumentos tallados en grandes piedras -toba volcánica- donde se representa a un rey con glifos laterales con fechas y datos sobre su reinado. Los altares son piedras con inscripciones colocadas junto a las estelas con fines ceremoniales.

Recorro el área del
Juego de la Pelota al que consideran como el más majestuosos del mundo maya y tenía fines ceremoniales no deportivos

Cerca está la
Escalinata Jeroglífica (protegida necesariamente con una gran tela); son 63 escalones con glifos tallados que en algún momento se derrumbaron.

Santa Rosa de Copán


El municipio se encuentra rodeado de colinas y abundantes pinares que ocasionan un clima exquisito y fresco igual que muchas otras ciudades en el occidente del país. Merece un día de visita, no más, pero lo merece. Santa Rosa es un punto geográfico importante donde el viajero que va o viene de Guatemala o El Salvador hacia Honduras puede detenerse a descansar. En su ubicación geográfica convergen las rutas turísticas de Copán Ruinas y Gracias Lempira (Parque Nacional Celaque)
Su mayor atractivo turístico es su riqueza cultural que incluyen su centro histórico que incluso ha sido declarado Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de la Nación. Esta zona de la ciudad  se caracteriza por su arquitectura colonial por lo que si eres admirador de las estructuras este es el lugar para recorrer caminando en un tranquilo paseo mientras tomas fotografías. Sus construcciones con techos de teja se pueden admirar mientras caminas por sus fascinantes calles empedradas.
En su casco histórico encontrarás la Casa Nacional que es interesante saber como fue construida originalmente como  ”La Real Factoría de Tabacos” en 1796; dando así entrada a la gran fuente de comercio de la zona que es ahora el tabaco.  Frente al Parque Central podrás admirar la Catedral de la ciudad, que al dar el primer paso dentro de la misma podrás sentir una paz y serenidad singular. No dejes de tomarle fotografías a la Casa de la Cultura, que data desde los años 18o0; además de otras casas residenciales cuya riqueza arquitectónica datan desde el siglo XVII.
Con el paso del tiempo, Santa Rosa ha prosperado y ha diversificado sus actividades comerciales hasta convertirse en el principal centro del comercio en la zona occidental de Honduras, destacándose sus plantaciones de tabaco y del café. Por toda la ciudad podrás  encontrar acogedores cafés y lounge que te invitan a disfrutar de las mejores tazas de café .
No dejes de probar sus platos típicos como el famoso “cerdo o chanchito horneado” con una receta especial y secreta, acompañado de tortillas de maíz, los “totopostes” consistente en un pan duro de maíz, rosquillas, pan de maíz, los tamales hondureños, los ticucos, las empanadas o pupusas hondureñas con receta especial.  Para disfrutar la experiencia completa acompaña tu plato de comida con una bebida Copan Dry.


Guatemala



No vayas a la capital. Bueno, como todos los turistas, siempre visitamos la capital aunque solo tengan de peculiar un poco más modernidad que el resto, que para los europeos que lo que buscamos es historia, paisajes y gentes no nos aporta nada como destino turístico. Aunque todos hemos dado algún brinco en algún momento al encontrar un McDonald, ya divisándolo a lo lejos se escapa un “mira, un Mc Donald).
Nosotros fuimos porque formaba parte del trabajo que hacíamos con la ONG. Con miedo, y con escolta policial, tuvimos que adentrarnos en una mara (barrio

No entiendo ni comparto la motivación de un turista para ver “barrio pobre”. Mucha gente que va a Nueva York va al Bronx, tantas películas hemos visto... en autobuses cerrados (aunque Nueva York actualmente no tiene nada que ver con la ciudad peligrosísima de los años 80s-90s, como dicen ellos, antes de Guliani). Pero ir a los suburbios de las ciudades centroamericanas no. Yo fui por curiosa, pero ya se sabe, la curiosidad mató al gato. Y no pienso ir nunca más.

La Antigua



Es única, no conozco otra ciudad tan colonial y que fue construida de nuevo después de cada terremoto que sufrió en su historia y fueron varios. Esta al pie del volcán Agua, una muy buena temperatura ambiente, todas sus calles empedradas, casas bajas, coloridas y con artísticas rejas en sus ventanas con macetas y plantas con flores, muchos alojamientos, restaurantes, bares y artesanías, y bastante “turismo gringo” como dicen ellos.

Entre los lugares a visitar, tenemos: La
Plaza Mayor, constantemente con gente, mucha sombra, una fuente de agua en el centro y carros tirados por caballos esperando al turista. Está a sus lados, la catedral -que tiene otra adentro destruida por terremotos- el ayuntamiento y el gran palacio de los capitanes generales que ocupa cien metros con su imponente galería.

Caminando se llega hasta el
Arco de Santa Catalina que es una postal de Antigua con el volcán de telón de fondo.

Hay muchas iglesias impecables como el
templo y convento de La Merced, otras de pie y al lado las ruinas que dejo algún terremoto como en la iglesia de San Francisco y otras en ruinas totalmente como testimonio de uno de los tantos terremotos que ocurrieron. La entrada para visitarla cuesta poco.
Chichicastenango


Es un municipio del departamento de El Quiché.
Es famoso por su mercado. Es étnico, turístico, los precios son bajos (aun siendo precio turista). No soy mucho de mercados, me agobian, mientras mis amigos deambulaban me recorrí los bares del pueblo y tiene su vidilla.
Chichicastenango forma parte de las principales rutas turísticas del país, ya que en este lugar se pueden admirar las diferentes tradiciones y muestras culturales, la fe religiosa de los indígenas quichés y sus ceremonias en sitios especiales, donde se realizan ofrendas y peticiones invocando a Dios, Jesucristo, Santos de la Iglesia Católica, espíritus de los antepasados. Yo no tuve la oportunidad de verlo, pero me hubiera gustado

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