El
hayedo de Montejo (Madrid)
Está en el norte de la provincia de Madrid, en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, y es uno de los hayedos más meridionales de España. Gracias a la protección que le proporciona la Sierra, el hayedo de Montejo se conserva en buenas condiciones tan al sur. Un bosque singular y de gran valor que cubre 250 hectáreas.
Está en el norte de la provincia de Madrid, en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, y es uno de los hayedos más meridionales de España. Gracias a la protección que le proporciona la Sierra, el hayedo de Montejo se conserva en buenas condiciones tan al sur. Un bosque singular y de gran valor que cubre 250 hectáreas.
Hay
hayas enormes, de más de 20 metros, y algunas centenarias como La
Roca, que cuenta ya más de 250 años. También encontramos robles,
cerezos o avellanos, y entre sus troncos pululan el jabalí, el corzo
y el gato montes.
El
otoño es, sin duda, el mejor momento para visitarlo pero debido a su
fragilidad hay que pedir permiso en el Centro de Recursos e
Información de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. Hay
tres itinerarios distintos para los amantes del senderismo. Puedes
alojarte en el propio Montejo de la Sierra o en Horcajo de la Sierra.
El
Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara)
Otro espectacular
hayedo por el que perderse (con cuidado, siempre) este otoño. El
Hayedo de Tejera Negra es un parque natural situado en un valle entre
los ríos Lillas y Zarzas. Su especial microclima ha permitido que
las hayas se conserven a pesar de encontrarse tan al sur (un poco
como ocurre con el hayedo de Montejo).
Si
vas temprano quizás te encuentres con algún corzo, pero si no la
fauna es variada: escurridizos zorros y gatos monteses, tímidos
jabalíes o majestuosas águilas reales.
Para
visitarlo, puedes rellenar el formulario de reserva online y si
quieres alojarte cerca puedes hacerlo en Cantalojas o en Campillo de
Ranas.
El
castañar de El Tiemblo (Ávila)
El castaño es un árbol caducifolio que trajeron los romanos a España. El castañas de El Tiemblo está situado en la Reserva Natural Valle de Iruelas y probablemente sea el más extenso del Sistema Central.
El castaño es un árbol caducifolio que trajeron los romanos a España. El castañas de El Tiemblo está situado en la Reserva Natural Valle de Iruelas y probablemente sea el más extenso del Sistema Central.
Pasear
en otoño entre los castaños de El
Tiemblo se ha convertido en casi una tradición hasta el punto de
que el ayuntamiento ha tenido que limitar el acceso de los
coches con una tasa. Aún así, se trata de un lugar ideal para
disfrutar de la explosión de color del otoño.
El
bosque de Muniellos (Asturias)
El
bosque de Muniellos es uno de los robledales más grandes y mejor
conservados de nuestro territorio. Durante el otoño, numerosos
frutos como los arándanos, moras, avellanas y bellotas llenan el
bosque, y ofrecen alimento a animales tan amenazados y escurridizos
como el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus). Otras especies como
el oso pardo encuentran aquí un refugio ideal, alejado de grandes
núcleos de población. Muniellos es Reserva Natural Integral y no se
permite la entrada de más de 20 visitantes por día. Las reservas se
pueden hacer a través del Servicio de Atención al ciudadano del
principado de Asturias.
Los
bosques
de roble
melojo y castaño ofrecen en otoño un espectáculo de colores a
medida que las hojas amarillean. También se pueden encontrar acebos,
arces, serbales y abedules, así como numerosas especies de setas. El
clima frío de la zona invita a terminar el paseo con una merienda de
castañas al calor de la chimenea en alguno de los pueblos de la
zona.
Selva
de Irati (Navarra)
Durante
el otoño, los hayedos alcanzan su momento `estelar´ y llenan el
paisaje con los colores
rojizos y marrones de sus hojas a punto de caer.
Pasear por la selva de Irati
en esta época supone introducirse en un mundo de cuento, y da la
impresión de que en cualquier momento veremos un duende o un gnomo
asomándose entre los árboles. Existe una red de 16 senderos
balizados, todos ellos de menos de 10 kilómetros y aptos para todas
las edades.
El
tejo es uno de los árboles más longevos del mundo, y en España se
suele encontrar de forma solitaria. Por eso es llamativa esta tejeda
de la montaña palentina, a la que se llega después de pasar por
zonas de robles y hayas.
Valle
de Arán (Lérida)
Las
montañas del Valle de Arán, en los Pirineos
centrales, están cubiertas de bosques que ofrecen numerosos
atractivos en otoño. En las zonas de menor altitud se pasea entre
pinos y hayas, mientras que los abetos y los pinos negros pueblan las
áreas más elevadas. Alberga especies amenazadas como el oso pardo y
el quebrantahuesos.
Picos
de Urbión (Soria)
En
el Parque Natural La Laguna Negra y circos Glaciares de Urbión las
temperaturas son bajas y las lluvias abundantes, haciendo que se
conserve una gran extensión de pino albar que recuerda a los bosques
de Siberia. La Laguna
Negra, a 2.000 metros de altura es un lugar fascinante rodeado de
leyendas e historias como la de la Tierra de Alvargonzález.
Parque
Natural Los Alcornocales (Cádiz y Málaga)
Andalucía
suena a calor, sol y sequía. Sin embargo, los bosques del Parque
Natural Los Alcornocales sorprenden por su humedad y su densa
vegetación. Esta humedad proviene principalmente de la costa, y se
acumula formando una niebla muy densa en los denominados canutos.
Gracias a ello, aquí vive una flora muy particular, que forma una
selva siempre verde llena de especies de la Era Terciaria que no se
encuentran en ningún otro lugar de la península.
Parque
Nacional de Cabañeros (Ciudad Real y Toledo)
Que
nadie se extrañe si, mientras pasea por el bosque mediterráneo del
Parque
Nacional de Cabañeros, escucha unos incesantes bramidos: el
ciervo ha entrado en su periodo de celo, y los machos luchan por
conseguir el territorio y las hembras. La berrea
del ciervo es uno de los más impresionantes espectáculos que
ofrece la naturaleza en otoño.
Bosques
de Fanlo (Huesca)
Muy
cerca del Parque
Natural de Ordesa y Monte Perdido, el bosque de la Pardina del
Señor de Fanlo no tiene nada que envidiar a sus vecinos. Compuesto
por una mezcla heterogénea de árboles como abetos, hayas, arces,
álamos, avellanos, fresnos, cerezos, abedules, etc., la mayoría de
hoja caduca, el bosque se llena de infinitos colores y alcanza en
otoño su mejor momento.
Sierra
de Ancares (León)
Al
noroeste de la provincia de León, justo por encima de El Bierzo, se
encuentra este paraje despoblado y poco conocido. Bosques misteriosos
envueltos en densas nieblas, tradiciones y leyendas… merece la pena
acercarse a esta comarca, visitar sus construcciones tradicionales
llamadas pallozas y, con suerte, unirse a la celebración de alguno
de sus tradicionales magostos,
que se celebran en torno al 1 de noviembre. Se trata de fiestas
alrededor de una hoguera en la que se asan castañas y chorizos, sin
faltar por supuesto la música y el vino.
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